¿Y ahora qué leo?

Una vez he terminado un libro es cuando me surge la duda ¿y ahora qué leo? Casi siempre me debato en lo mismo... y eso que en casa tengo donde elegir. Pero la principal cuestión es ¿fantasía u otra cosa?

En general me gusta alternar el tipo de libros que leo, pero también es verdad que normalmente disfruto y me engancho bastante más leyendo fantasía. Sin embargo, siempre tengo ahí el peso de la conciencia diciéndome que debería leer otras cosas y culturizarme, y en especial, los clásicos.

Creo que llevo peor mi debate interno desde que Tereva me dio el "Canon Occidental" del crítico Harold Bloom donde se hace un repaso por las obras "imprescindibles" que todo occidental debería leer si quiere ser una persona medianamente culta. También hay que decir que Jorge contribuye aquí con su pequeño granito de arena, porque el día que le vea leyendo algo que no sea un clásico… será que me lo han cambiao!! Aunque no me puedo callar que en leer Anna Karenina tardó más de dos meses y yo lo leí del tirón hace años (jeje!! que mala soy... pero no olvidemos que tiene 1.200 virtudes más)

En fin! Creo que son terribles influencias para mi salud mental, ya que me suponen un terrible trauma, pues ni me he leído la gran mayoría de lo que recoge el “Canon” y lo que es peor: tampoco me apetece hacerlo...

En una de mis últimas entrevistas de trabajo, me preguntaron que qué libro/s sobre periodismo recomendaría como indispensables (sin hablar de libros de texto) y la verdad es que en ese momento sólo fui capaz de recordar "Mujer en Guerra" de Maruja Torres y "Ciudadano en Gran Vía" en el que se cuenta la biografía de Iñaki Gabilondo, aunque rápidamente añadí el "Diario de un Reportero" de Federico Volpini, que aunque no me había gustado tanto, era menos tendencioso…

Sin embargo, el entrevistador en cuestión me preguntó si no había leído nada de Kapuscinski. Asignatura que, por otra parte, tengo pendiente desde que hiciera el curso de Periodismo Internacional de El País, en el que el reportero Ramón Lobo (especializado en África, encantador y superinteresante) nos habló de este hombre como gran escritor y gran conocedor de dicho continente.

Así que me temo que mi próxima lectura va a vagar por dichos derroteros y me voy adentrar en África de la mano de Kapuscinski con “Ébano”, que aunque no se le pueda considerar como un clásico en toda regla, no hay que olvidar que es Premio Príncipe de Asturias 2004.

En cualquier caso, “Las Crónicas de Narnia” están ahí en la mesilla esperándome para leerlas antes de que estrenen la película (al menos habrá que leer los dos primeros).