Optimizando el metro cuadrado

Vamos batiendo records... esto ya parece una comuna hippy en condiciones: este sábado dormiremos 7 en casa (la vez anterior fuimos 6), pero además estamos en proyectos de ampliar la capacidad. No, no ampliamos la casa (no creo que los vecinos estuvieran de acuerdo), pero esta tarde hemos estado mirando un sofá click-clack con otra cama debajo, que suponen 3 plazas cómodas... Sin tener que traer ninguna cama de casa de mi madre ni hinchar ningún colchón.

Habrá quien piense que total para una noche o dos... tampoco es tan importante la comodidad y además si están cómodos lo mismo les gusta y vienen más... Pues la verdad es que creo que si no hay posibilidad, pues no la hay y ya bastante es que la gente sea hospitalaria, pero realmente creo es un tema importante y cuando vas a un sitio, si duermes bien, te sientes más a gusto y no tienes ganas de salir corriendo según te levantas con la espalda hecha un cuatro. Además, por que no decirlo? me gusta que la gente se sienta bien en mi casa.

Cuestiones filosóficas aparte, llevaba mogollón de tiempo buscándo dicha solución funcional (tres camas en el espacio de una) hasta que por fin lo encontré, pues lo había visto en alguna parte, pero no sabía ni cuando ni donde; cada vez que iba a preguntar en alguna tienda me miraban como si me lo estuviera inventando...

Lo malo: es bastante caro.

Lo bueno: quien se quede en casa estará más cómodo y no habrá que montar tanta parafernalia... también podremos ver las pelis directamente en el ordenador porque estará justo enfrente.

Después llega el momento comida. Eso ya es más complicado porque la mesa que tenemos está guay, se puede transportar fácilmente de una habitación a otra y si hay que quitarla de en medio se queda superreducida, pero para tanta gente es complicado (hasta 7 bien, pero para más gente ya queda un poco excasa). La verdad es que tengo ganas ya de encontrar una mesa chula que sea ampliable y que quepamos todos más anchos, pero para eso habrá que ponerse a la búsqueda seriamente, digo yo. Así que... ¡¡Ya sabes Lydia, deja de quejarte y aplícate el cuento!