Esos rizos locos

7.12.05

Atravensando el acueducto suavente

Bueno, una vez pasada la euforia de los Reyes... como todo niño normal, lo que quiero es jugar con mis "juguetes", pero al final lo de subir a esquiar el domingo no fue posible, pues las estaciones estaban cerradas por temporal de viento y nieve. Así que a ver si mañana jueves es posible estrenar mis botas y mis esquís y además comprobar qué tal responden mis rodillas ante el esquí, lo cual no deja de tenerme algo preocupada.
La verdad es que el largo acueducto este (para quien no trabaje, claro) está pasando sin pena ni gloria. Ayer estuve dando clase por la mañana (de 9 a 2) y por la tarde me dediqué a seguir con los apaños en casa. Empecé por pintar en el cuarto del fondo, una segunda capa al armario, puerta y cubrepersiana. Después intentamos poner el picaporte a la puerta, pero no pudo ser porque esta vez se me ha olvidado comprar la pestañita que cierra la puerta, que también hay que cambiarla porque tiene diferente medida y si no, no encajan ambas cosas (después de haber cambiado ya los de tres puertas ¿cómo es posible que se me haya olvidado?) Entonces decidimos poner los estores que por fin había comprado, pero... tampoco pudo ser! son algo estrechos y habrá que cambiarlos. Creo que la tarde del viernes la paso en Leroy Merlín.
Luego llevamos la cama de ese cuarto a casa de mi madre, pues hoy han traído el "super-sofá-camas", que está superchulo. Aunque eso implica que tengo que "deshacer" dos cajas de plástico gigantes que tenía debajo de la cama con un montón de papelotes: dominicales y periódicos pendientes de revisar, folletos, programas de teatro, revistas varias... en fin!
Pero lo más importante es que me encanta mi nuevo sofá... de panilla beis (creo que se llama chenilla), cómodo, super-útil (pueden dormir tres personas y sentadas caben cuatro fácilmente) y frente al ordenador, que es estupendo para ver las pelis que nos bajamos de internese (como el monitor es enorme, se ven genial)