Han venido los Reyes!!
Hoy estoy como niño con zapatos nuevos, aunque mejor debería decir con botas nuevas. Llevo toda una semana de peregrinación buscando botas y tablas de esquí: Deportes Moya, Calderón Sport, Decathlon, a-álvarez, Décimas,... y finalmente, Fuera de Pista.
Con las botas el problema es el mismo que con los zapatos normales: tengo los pies muy anchos y mucho gemelo, con lo cual, cuando no me están estrechas de planta, no me abrochan arriba. Por fin me probé una Nórdicas que me venían a la perfección (mis botas anteriores también eran de esa marca), pero que eran de la gama para principiantes... al menos la chica que me atendió me dijo que en una tienda por Moncloa tenían muchas botas de esa marca.
Con los esquís no terminaba de aclararme porque cada uno me contaba una historia y me recomendaba unos esquís diferentes.
Así que esta mañana conseguí localizar Fuera de Pista cerca de Moncloa y allí fui. Efectivamente he encontrado mis Nórdicas, que me quedan perfectas y además tienen "Custom-Fit", es decir, que aplicándoles calor te las adaptan a la forma de tus pies y tus tobillos.
Pero eso no ha sido lo mejor, los dueños de la tienda son dos señores mayores que llevan esquiando toda la vida y hemos estado comentando cómo ha ido cambiando el material de esquí con el tiempo, lo diferente que es esquiar ahora con el Carving, que hace todo mucho más fácil con tablas mucho más cortas y anatómicas, o como las botas han mejorado "un mundo", aunque como decía uno de ellos "quitarse las botas sigue siendo lo mejor del día". La botas de antes te destrozaban las espinillas y cuando me ha enseñado cómo tenía las suyas, he visto confirmada mi teoría de que las aboyaduras que yo tengo en mis tibias son provocadas por el esquí.
Después de una larga y agradable conversación, me ha terminado recomendando unas tablas Atomic, considerando el nivel que tengo y que vengo de la "vieja escuela"... La verdad es que se me pasaban algo de presupuesto, pero me ha argumentado o rebatido todo lo que yo había ido oyendo en otros sitios y realmente eran los que más me convencían. Así que me llevé las botas, pero preferí meditar la decisión de los esquís, porque tanto dinero...
Cuando he llegado a casa, he llamado a mi madre para contarle mi mañana y de paso, consultar presupuesto de Navidad de este año, pues esta macrocompra no prodría permitírmela de no ser por Reyes, juntando todos los presupuestos... Pero oh, sorpresa! que cuando he hablado con ella me ha recordado que aún tenía guardado el dinero de mi cumpleaños del año pasado, con lo cual mi presupuesto cuadra bastante mejor.
Acto seguido ha llegado Emilio cuando yo estaba de lo más eufórica, así que le ha tocado presenciar un estupendo pase de modelos (yo con mis botas nuevas) y aguantar todo tipo de comentarios del tipo... ¿a qué me hacen más piernas de esquiadora? ¿verdad que van a quedar estupendamente con mis pantalones y mi chaqueta de esqui? ¿a qué pegan incluso con el color de mis ojos? ¿has visto la cantidad de cositas que tienen... modo esqui-modo andar, enganches micrométricos, custom-fit...? Y el pobre llevándose las manos a la cabeza... Dios mio!! vas a estar así las dos semanas que nos quedan para ir a esquiar?
Tras una estupenda siesta reparadora, le he dicho a mi señor marido que si nos acercabamos a por los esquís, porque el resto de los días no coincidimos en horarios y me apetecía que él viniera conmigo. Así que ¡¡ya tengo esquis nuevos y un gorro chulííííísimo!!
La verdad es que estoy muy ilusionada. Después de haber tenido equipo siempre, el año pasado cuando retomé el esquí después de tanto tiempo (ocho años) se me hacía raro alquilar las tablas, ya que las mias eran totalmente rectas y 10 cms más altas que yo (ahora son entre 10 y 15 cms. más bajas que uno), con lo cual se habían quedado totalmente desfasadas. Por otra parte, alquilar fue una experiencia por la que no había pasado nunca, pero que no me han quedado ganas de repetir, ya que se pierde mucho tiempo y luego pasa como nos pasó a nosotros el año pasado, que Emilio tuvo que cambiar las botas porque le hacían mucho daño y yo los esquís porque tenían los cantos destrozados y no agarraban nada.
Este año pensaba hacerme con unas tablas, pero la buena suerte hizo que el año pasado me terminara de cargar las botas al final de temporada, así que este año ración doble. Al año que viene a ver si compramos algo para Emilio, que ya esquiará mejor y se puede comprar material que le dure más tiempo... pero habrá que ir por partes.
4 Comments:
Estas Navidades compre la Barbie esquiadora!! XDDDDDDDDDDD
Oh, Dios, terror. XDDD. No querría estar en la piel de Tenser ^^u.
Yo también tengo ganas... pero no hay manera. Bueno, el sábado que viene, sin falta, nos vemos en Formigal.
Ahora sólo falta esperar a que nieve.
Saludos
Bueno, de momento el parte de nieve es bueno (60-115 cms de nieve en polvo)y si eres quien creo que eres, a ver si la proxima vez la niña está en España y vienes con ella para que te conozcamos, que ya tenemos ganas.
Un beso
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