Esos rizos locos

8.12.05

Todo eran señales... Misión Imposible!!

Las señales comenzaron él día anterior... Emilio había pasado la noche del miércoles devolviendo y con mal cuerpo, pero al terminar el día parecía estar mejor, así que a última hora decidimos que íbamos a subir a esquiar, por lo cual no habíamos preparado nada. Bueno, nos levantamos temprano y ya está. A las 6.30 tocó diana el despertador, desayuno y me pongo a sacar todos los bártulos ¿dónde están los guantes de Emilio? pues nada, que no aparecen ni vivos ni muertos... tampoco el gorro (eso debe ser que están formando un "menarsatrua").
Mientras, Emilio busca el justificante de pago del seguro del coche, no vaya a ser que pase algo... Los guantes, gorro y braga polar aparecen, pero el recibo no. Bueno, seguro que no pasa nada. ¡Vámonos que es tardísimo y ya se sabe que cuando se llena el parking, cierran y no pasa nadie más!
Pues allá vamos con todos los trastos... Sobre las 9 vamos llegando (se supone que abren sobre y media o así) ¡Uufff!! empezamos a ver bajar coches... mal rollo! Cuando llegamos a Navacerrada hy mogollón de gente dispuesta a esquiar allí y eso que la estación es enana. Evidentemente, un poco más allá la guardia civil cerrando el paso. Cerraron sobre las ocho!!
¿Qué hacemos? ¿Nos quedamos aqui e intentamos esquiar en las dos pistas que hay o intentamos llegar a la Pinilla? Bueno, pues vamos a la Pinilla. El guardia "chiví" nos dice que cojamos la carretera hacia "nosedonde" y que de ahí salimos al lado. Cojo el mapa y se supone que siguiendo la carretera "pa'lante" llegamos, suponiendo que la estación de la Pinilla esté donde pone Pinilla del Valle, claro (que creo que sí).
Pues bien, allá vamos cuando pasamos por un pueblo que no viene en la carretera que tengo en el mapa... anda! si estamos en la Granja de San Ildefonso... pues va a ser que la carretera que llegaba recto es la que estaba cortada. Bueno, pues nada, Plan B. Cogemos el desvío que hay aquí y vamos por otro lado, no pasa nada... eso suponiendo que encontremos por donde cogerlo. Después de dos vueltas al pueblo, donde cogemos un par de baches estupendos... conseguimos encontrar el desvío. Pero cuando llevamos dos kilómetros o así... uyssss!! parece que la rueda suena un poco raro... y si suelto el volante se va para un lado, pues va a ser que hemos pinchado. Buscamos donde parar y efectivamente, diagnóstico sin lugar a dudas: pinchazo.
- ¡Ale cariño! cambia la rueda.
- ¡Anda! si la rueda no encaja...
- Pero esta rueda no era de un 205 y las medidas no son las mismas que las otras?
- Sí, pero no encaja.
- Y nosotros sin el resguardo del recibo del seguro...
- Intentemos llegar a una gasolinera en el pueblo, yo creo que está ahí al lado...
Poco después la rueda está hecha un "gurruño" y se hace imposible seguir, vamos casi rodando sobre la llanta.
- Bueno, pues me temo que habrá que llamar al seguro, yo creo que no me lo han pedido nunca cuando he llamado a asistencia.
Así que llamamos y nos dicen que en media hora o así está allí el gruero. "No problem" con el resguardo. Prueba superada!
Llega el susodicho echando espumarajos por la boca porque no le hemos dejado disfrutar de su estupendo día de fiesta. "Si es que no sé qué tiene Segovia que a los de Madrid os encanta" (con tonito, claro, y del tipo de... "y no se os ocurre otra cosa que venir a tocar los cojones aquí..."). A todo esto vamos descifrando lo que dice por las dos o tres palabras que entendemos de cada frase y haciendo puesta en común. Es que el jodío tiene un acentillo de pueblo castellano "cerrao-cerrao".
Si en la rueda de repuesto pone lo mismo que en las otras... tiene que valer. Así que el gruero dirije estupendamente a mi pobre marido para que vuelva a intentar ponerla.
- ¡Anda! si no encaja en el eje, que es más pequeño el agujero de la rueda que dónde hay que encajarla.
- Pues nada,- dice el gruero- como es fiesta o llevamos el coche a base y mañana podéis venir a por él o llamamos a una asistencia 24 horas que os la ponga, aunque os puede cobrar... "nisesabe".
- Bueno, pues vamos al taller 24 horas.
Una vez allí, en la puerta hay un cartel con un móvil al que hay que llamar.
- ¡Estupendo! "Deje su mensaje en el contestador...!"
- Bueno, pues entonces a la base.
La base que suena a nave nodriza o algo así... pero que no es más que una nave cutre en un polígono industrial a las afueras de Segovia.
Allí el gruero con toda la buena intención del mundo empieza a buscarnos a ver si encaja alguna rueda de las que tienen para el desguace... Nada, no encaja ninguna.
Al final Emilio descubre una rueda que encaja, pero que es 10 cms. más estrecha.
- ¿Servirá? Voy a preguntar al "profesioná", vamos al jefe del gruero.
Que por su puesto contesta que para llegar a Madrid sirve perfectamente.
- Eso sí, os va a costar 60 €....
¿60 € una rueda vieja que al día siguiente tenemos que cambiar? Pues sí, pues sí... pero cualquier otra opción al final nos va a salir más cara. Así que resignados, no nos queda otro remedio que pagarla y dar las gracias.
Bueno, creo que ya no vamos a esquiar ¿no? Mi propósito de estrenar esquís y botas queda descartado. Por los motivos que fueran, hoy había alguien mandándonos señales para que no fueramos a esquiar y nosotros desafiando nuestro destino, nos empeñabamos en cambiarlo... pero creo que hemos fracasado. Así que cabizbajos y abatidos emprendemos el camino de vuelta a casa. Otra vez será...

1 Comments:

At martes, diciembre 13, 2005 9:42:00 a. m., Blogger Imei said...

Seguro que alguna razon del destino había...creo que de haber podido esquiar...algo os hubiera impedido ir al norte en vacaciones fijo....aiiisss!! lagarto lagartoª!!!!

 

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