Esos rizos locos

27.12.05

El brazo morado

Ayer ante la insistencia de mi señor marido y mi madre para que bajara al médico a que me viera mi morado brazo (tengo un moratón que va del codo al hombro de la caída por la escalera), decidí acceder más que nada para que se callaran.
La verdad es que no le había dado más importancia que el megaporrazo que me arree hace una semana. Y evidentemente eso no me iba a impedir esquiar.
Bien, pues bajo al médico y me dice que podría tener el brazo roto o astillado, que no tiene muy buen aspecto. Que es normal que el derrame se me haya ido hacia la parte de abajo, pero que tenga hinchado y enrojecida la parte en la que me di el golpe y que además me duela en un punto concreto, pues como que no es muy buena señal. Que no es una articulación de carga, sin mencionar que es el brazo izquierdo, que tiene menos uso y el punto de dolor no está en las articulaciones. Así que como es mejor quedarnos tranquilos me mandó unas radiografías con informe.
Bueno, pues a mí en vez de tranquilizarme, lo único que me ha hecho es preocuparme. Además cuanto más lo pienso, más me duele el brazo y lo que yo había preferido ignorar, ahora está ahí con un dolor permanente a todas horas. Todo psicológico, pero que cuando me he puesto a pensar en cuánto tardaría en salir de la duda, haciendo cálculos, en darme la radiografía tardan 3 ó 4 días, luego tendría que ir al médico y sí es algo más importante, posteriormente pedir hora para el traumatólogo e ir. Es decir, nosecuantos mil días.
Esta conclusión me ha llevado a ir a urgencias esta tarde para poder salir de la duda cuanto antes y quedarme tranquila, pues ya empezaba Emilio a decirme "...seguro que lo tienes astillado y entonces te tienen que abrir y operar para pegarte lo que se haya astillado...", más por hacerme de rabiar que otra cosa, pues se parte cuando le cuento que desde que el médico me dijo eso, me duele más.
Tras haber tenido que escuchar comentarios tan profesionales como el del chico de rayos x "... buen ostión, sí señor…", la traumatóloga ha concluido que no tengo nada de hueso, pero que de músculo todo lo que quiera. Que además de tomar antiinflamatórios, debería ir a un médico rehabilitador para que me ayudara a recuperar la rotura de fibras y la contractura que se me ha originado, a lo que habría que añadir las contracturas que se me causaron los golpes de la espalda. Vamos, que no tengo yo nada mejor que hacer con la cantidad de cosas que tengo pendientes (fiesta Nochevieja, tesina, regalos, etc...)
Una maravilla, pero al menos no es nada grave. Si es que es peor cuanto más se mira uno el ombligo… para una vez que no me había hecho caso a mi misma…

25.12.05

Nochebuena y Navidad con la family

Bueno, pues ya han pasado la Nochebuena y la Navidad. La verdad es que me encanta pasar estas fiestas con la family en el pueblo de mis tíos, Corral de Almaguer (Toledo), a 100 kms de Madrid. Eso también supone algo de locura, pues la compra de regalos para tanta gente supone un desgaste físico, psíquico y económico tremendo. Pero en el momento de abrir los regalos, se ve enormemente recompensado.
Vayamos por orden. El viernes por la noche llegamos de esquiar y el sábado madrugué para deshacer y volver a hacer maleta en la que además había que incluir los regalos convenientemente envueltos.
Este año como caía la Nochebuena en sábado hemos podido para comer allí y disfrutar de una estupenda siesta, lo cual es toda una institución en casa de mis tíos. El momento de despertar en general suelen establecerlo los peques (y ya no tan peques) de los niños de mis primos.
Un poco después empieza el revuelo por la cocina… en la cual no tendremos cabida hasta “el momento canapé” en el que participamos casi todos y es costumbre y probándolos según los vamos preparando, podría decirse que es “un control de calidad exhaustivo” pues debemos probarlos la mayoría, así que a los que están preparando otra cosa hay que suministrarles también para que den su opinión. Este año ha habido dos deliciosas novedades: el cabraccio y un queso de untar del que sólo recuerdo el botecito y su estupendo sabor (tendré que preguntar a mi tía).
Se pone la mesa y ¡a comer! Comienza el maratón. Canapés de diversos patés, queso, salmón con tomate, sobrasada, cabraccio… Siguen los langostinos, las nécoras y las cigalas. Después llega el guarrete y ya de postre, piña y sopa de almendras. En la mesa quedará la bandejita con dulces, mantecados, trufas, yemas y turrones.
Normalmente cuando estamos con el postre suele llamar mi primo (que cena en casa de su mujer) diciendo que Papá Noel ha pasado por allí y ha dejado unos regalos para las niñas de mi prima Mariángeles: Alba (12) y para Belén(9), pues Papá Noel siempre entra por aquella parte del pueblo. La mayoría pensamos que Belén hace un par de años que sabe ya lo de Papá Noel, pero como siempre le ha hecho mucha ilusión, creo prefiere hacerse la tonta para seguir disfrutando del momento. Supongo que este ha sido su último año de paripé, pero ya tenemos a la siguiente generación preparada: los niños de mi primo Javier, Martina (2) y Marcos (1).
Cuando se van las niñas es cuando sacamos los regalos de las bolsas, ponemos las pegatinas con nombres a los que les faltan y los repartimos por toda la habitación. Este es uno de los momentos que más me disfruto. … Somos ya 14 contando a todos los niñ@s y estoy segura de que nos juntamos con más de 100 paquetes en total.
Enseguida vuelven las nenas con sus regalos acompañadas de los superpeques. Cantamos algunos villancicos desafiando la meteorología y de repente se oye el ruido de una puerta al cerrarse de golpe… ¡ha llegado Papá Noel!
Normalmente es imposible entrar todos en el cuarto donde ha dejado los regalos, así que van pasando en cadena mientras se grita para quién es pues entre tanta algarabía no hay quien se entere de nada. Los padres tratan de inmortalizar el momento con cámaras de foto o video… otro regalo que pasa por tus manos,- no, este no es para ti- Es una locura…
El día de Navidad transcurrió con normalidad aunque este año hemos estado todos juntos pues normalmente mi prima & company van a comer a casa de sus suegros, aunque vuelven para echarse la siesta. Pero este año fueron el sábado a comer y por primera vez desde hace mucho tiempo, hemos podido juntarnos todos en la mesa en Navidad. La verdad es que ha estado fenomenal, pero en realidad, su ausencia es tan fugaz que casi no da tiempo a echarles de menos. Lo que este año no nos ha dado tiempo a hacer es ir a ver Belenes. Es una tradición reservada a la tarde del día de Navidad y había que elegir entre eso o coger un estupendo atasco. Así que dado el traqueteo que llevamos de allá para acá, al final decidimos volver pronto a casa. Una pena en cualquier caso, porque además de dar un paseo por el pueblo que ayuda a bajar la comida y ver los belenes que tienen hasta los más pequeños detalles, en el itinerario siempre es uno obsequiado con alguna patata asada en las hogueras o un traguito de zurra (sangría, vamos).
En la foto de arriba a la izquierda, Marcos. En medio a la derecha, Martina junto al volante de Marcos. Un poco más abajo a la izquierda, mi prima MªÁngeles mostrando sus regalos: dos bolsos, un paraguas, un abrigo, gafas de sol, un colgante.... y abajo a la derecha, Alba, con su nuevo libro de partituras y su colgante, escuchando sus nuevos CDs, a su lado mi tío Luis.

23.12.05

Esquí y porrazos

Super-autofoto en el telesilla (Ish, Emilio y yo) pero antes de continuar, quiero comentar un par de cosillas del fin de semana, en respuesta al comentario de Holden.
Ciertamente a Thera se le daba bastante bien, sobre todo considerando que ella asegura que sólo ha esquiado unas cuatro veces en su vida a lo largo de los años. Yo estoy segura de que se le ha olvidado contar alguna o que cuando cuenta una se refiere a una vez que fue un fin de semana (es decir, dos días)... en fin!
En cuanto a la cocina, la verdad es que nos lo hemos repartido y hemos cocinado los tres... De hecho, el primer día cociné yo. Pero la cuestión es que aunque Ish haya sido cocinero... no le hemos tenido esclavizado cual ama de casa sumisa.
Seguimos.... El lunes comenzó con la prueba de nivel para los grupos de esquí. A Emilio le subió un poco la moral, porque con tanta caida provocada por los esquís y Thera diciendo que lo suyo es gracia natural, el pobre estaba un poquillo PLOF! aunque el segundo día ya se le había dado bastante mejor: le pusieron en un C, sin haber pasado por el B, pues el año pasado que fue cuando aprendió estaba en un A. La verdad es que se le da bastante bien.
A mi me pusieron en el nivel más alto, en un E. Parece que voy recuperando mi nivel después de haber estado 7 años sin esquiar y haberlo vuelto a retomar el año pasado.
Sin embargo, en mi contra debo decir que tal vez los niveles no sean tan altos, pues no había grupos intermedios (ni C alto, C medio, C bajo) solo un grupo por nivel. Aunque el tercer día intentaron una especie de desdoblamiento, que en mi caso no me gustó nada, pues me pasaron con un profesor que iba superparado y no hacía más que dar explicaciones metafóricas que no servían de gran cosa. Al menos no me pusieron pegas para volver con mi profesor original que me gustaba bastante (estuvo en la selección española mucho tiempo y ha sido olímpico dos veces, vamos toda un celebridad...).
El lunes por la noche bajando de la buhardilla me resbalé en la escalera y me pegué el trompazo de la vida.... al menos sigo entera, pero tiene narices que me vaya a esquiar y me caiga por las escaleras de casa, ni siquiera por unas escaleras con hielo en la calle (esas las coge uno con precaución y consigue evitar la caida, pero en casa va uno confiado con calcetines... y te pillan a traición). Como resultado tengo un cónclave de cardenales en el brazo izquierdo y en la misma parte de la espalda. El culo intacto, el air-bag de serie funciona bien. Pero al ser las escaleras tan empinadas, me golpeé la espalda e incluso la cabeza, aunque el más impresionante es el del brazo, que va casi del codo al hombro y lo tengo hinchado.
El miércoles decidí intentar usar mis botas de nuevo, pues mi profe me sugirió que quitara la plantilla y eso me dejaría algo más de espacio. Efectivamente me fue bastante mejor, pero después de varias subidas a remontes sin pasar por el descanso que ofrece el telesilla, mis pies echaban humo. Terminé siguiendo las indicaciones de mi profesor que me dijo que me quitara las botas y pusiera los pies sobre la nieve durante 5 ó 10 minutos, lo cual realmente surtió bastante buen efecto.
En los días siguientes me las fui poniendo por las mañanas o las tardes y la cuestión fue mejorando, aunque tampoco para echar cohetes. Pero mis compañeros me fueron comentando que cuando ellos cambiaron a botas más duras también fue un suplicio y que hay que pasar por ello hasta que uno se va acostumbrando y las botas dando de sí. Además mi profesor me comentó que el custom-fit suele llevar consigo la sensación de estrechez porque como te lo adaptan a tu tobillo no queda ningún espacio libre y realmente cuando las ajustan, por mucho que intentemos simular los movimientos del esquí, es imposible en parado. En fin! que parece ser que hay que pasar por ello…
El miércoles fue el día de los porrazos por antonomasia. Estando parada en el grupo, como estaba un poco más atrás y los demás me tapaban, un chaval se intentó meter en el hueco en el que ya estaba yo y me golpeó de frente en la rodilla mala, vamos, la que me han operado tres veces y estuve cojeando varios días. Aún me duele, pero como no me quejé, nadie me hizo ni caso y en casa no le han dado mayor importancia (soy algo quejica en general, debo admitirlo, pero como ya comenté, cuando estoy esquiando jamás admito que me duela algo… dejar de esquiar no es una opción). La verdad es que tengo la esperanza de que sea sólo el golpe o al menos es lo que quiero creer.
Ese mismo día, Emilio se hizo daño en la muñeca intentando rescatar a una chica y a un chavalín que habían caído del remonte y se dirigían hacia un cortado, vamos, precipicio abajo. Creo que también le sigue doliendo, pero como no hay manera con él… no consigo ni que se ponga una muñequera. Este machote mio… Yo creo que Ish se libró ese día porque tampoco subió a esquiar.
El jueves vino Pedrito, un amigo de Ish que hace show. Pobre chico… se dedicaron a enviciarle con la PSP y era todo un show. Fue una pena, porque no pudimos esquiar con él, ya que el jueves llegó a última hora y el viernes cuando terminamos el curso, nos fuimos con Ish al médico porque se había dado un piñazo intentando dar un salto y le dolía un brazo. También quedó pendiente el capítulo “fotos esquiando” pues estaba reservado para el último día, cuando el estilo estuviera más depurado.
En el curso, el último día el profesor decidió meternos por pistas negras o fuera pistas a tiempo completo. Esto se tradujo en pasar la mañana rodando unos detrás de otros, especialmente cuando nos sacaba de pista y la nieve estaba cambiante, tan pronto teníamos nieve virgen en polvo como nieve virgen helada que son prácticamente imposibles de distinguir a simple vista y en marcha. Así que a lo largo de la mañana tuvimos la oportunidad de caer todos ante el choteo del profesor que se dedicaba a decir “¿dónde está ese grupo E de expertos que se supone que llevo?”. Los demás aprovechábamos para inmortalizar los momentos (Véase esta foto en la que aparezco ya algo recuperada, porque recuerdo nítidamente tener la cara y las gafas cubiertas de nieve.-Por cierto, creo que es la primera foto mía que publico…). Otro de los comentarios estelares del profe fue… “¡Qué bien se esquía por pista, eh!!”. Algo que por otra parte, es completamente cierto. Las bajadas por las pistas negras estuvieron muy chulas y disfruté bastante, casi parecían un descanso después del esfuerzo de las fuera pistas.
La verdad es que hemos tenido una semana de lujo, con un tiempo de sol increíble, excepto el primer día. Pero todo lo bueno se acaba y aquí estamos de nuevo… con suelo firme bajo nuestros pies y esperando que en marzo haya alguna posibilidad de escaparnos otra semanita. (Crucemos los dedos y ahorremos)

19.12.05

Fin de semana "gijonenco" en la nieve

Bueno, finalmente conseguimos salir el viernes sobre las 7.30... pues hubo que terminar maletas, bolsa de comida y demás, bajar los paquetes (un par de viajes pues con los esquís, las botas, el maletón, la comida, el portátil, la play.... vamos que parece que nos ibamos para tres meses), intentar colocar los portaesquis con el consiguiente chasco al descubrir que mis esquís son más anchos que el hueco del portaesquís en cuestión...
El viaje transcurrió sin incidencias. Yo me sentí de lo más relajada una vez me hube sentado en el coche y pude parar por primera vez en el día... Sin embargo, a mitad del viaje le tocó el turno de descanso a mi maridín, que el pobre también se pasó el día corriendo para poder dejar terminadas las cosas que tenía pendientes antes de irse y a toda prisa para poderse escapar un poquito antes del trabajo.
Por fin, llegamos sobre las 12.15 y allí estaban esperándonos Ish con su estupendo jamón 5 jotas, regalo de su jefe y Thera y Bufón, vamos... los "gijonencos" en cuestión (suena más navideño llamar así a los de Gijón, no? jeje), .
Thera no pudo esperar a enseñarnos el estupendo modelín que había conseguido de prestado para esquiar... un mono-pantalón "verde-verde-que-te-quiero-verde" y una chaqueta moradilla a juego con un gorro del mismo tono. Apreciese el "precioso" tono del pantalón, visible desde cualquier punto de la estación.
Al día siguiente nos levantamos con todas las ganas del mundo de ir a esquiar. No tiene otra explicación que nos levantaramos tan pronto después de haber dormido solo 5 horas...
Compramos forfaits, alquilaron material los que lo necesitaban y yo me puse mis estupendas botas y tablas nuevas.
Las primeras bajadas fueron suavecitas... "mi santo" iba cogiendo de nuevo el ritmo con dificulltades, pues se le soltaban los esquís cada dos por tres, porque los frenos de los esquís estaban mal y se enganchaban con la nieve, soltándose y haciendo que el pobre cayera. Aunque en una de las ocasiones fue supercurioso, pues se bajó de los esquís en marcha... sin caer y manteniéndose en pie, el "más difícil todavía".
Mis esquís iban estupendamente, pero las botas me hacían un daño insoportable, especialmente la derecha. A final de la mañana tuve que parar a quitarme un rato las botas en la cafetería porque me dio un bajada de tensión del dolor y estuve a punto de caer redonda al suelo.
Un rato después bajaron los demás y estuvimos comiendo. Después hicimos unas cuantas bajaditas más hasta que a última hora cerraron la estación porque había ventisca en las zonas más altas.
El día terminó viendo la peli de Piratas del Caribe, cuyo final practicamente me perdí pues ya caía de sueño.
El domingo Ish dijo que no subía a esquiar porque se estaba costipando y le dolía la garganta y que prefería reservarse para el resto de la semana, que aún quedaban muchos días. (Yo sería incapaz de hacer algo así... cuando voy a esquiar no me quejo de nada, aunque me duela toda el cuerpo, pues eso puede significar dejar de esquiar y esa no es una opción).
Así que subimos a esquiar y yo alquilé unas botas para el resto de la semana. El domingo es el día que más gente hubo, pero vamos, que ni siquiera hubo que hacer colas.
En cualquier caso, esquiamos poquito porque los de Gijón marchaban pronto de vuelta y bajamos a comer a la casa, pues Ish nos había preparado la comida.
Terminamos el fin de semana acurrucados en el sofá viendo Aida.
(En la foto ya sabemos quien es Thera... mi señor marido es el de la derecha del todo, después está Paulino de rojo, que podría ser cualquiera al que le hubieramos dicho que se pusiera para hacer bulto... y yo con el esquí levantado)

16.12.05

Maleta y regalos

La semana post-puente y pre-esquí ha sido de lo más dura, se han juntado las compras de regalos de Navidad con las que uno siempre tiene que hacer antes de un viaje, en este caso, algunas pequeñas cosas de material (gafas de ventisca, calcetines con refuerzos para esqui, cremas, cacaos, etc.), comida para llevarnos y hacer bocadillos en pistas, además de lo necesario para cenar y desayunar el fin de semana.
La verdad es que este año empecé a comprar los regalos antes que nunca, pero aún así se me ha echado el tiempo encima como siempre. En casa de mis tíos se dan los regalos la noche de Nochebuena, que viene Papá Noel y como hay peques, pues hay que tener siempre los regalos preparados para que no piensen que alguien ha sido malo y por eso tiene menos regalos...
Por otra parte, al final siempre terminamos comprando los regalos que otros regalan a otros o a uno mismo, con lo cual el tema se complica.
De hecho hoy con las compras de última hora no me ha dado tiempo ni a comer y lo más curioso es que con el estrés no tengo ni hambre... Tenía previsto haberlas hecho ayer, pero me llamaron para ir a una entrevista de trabajo y había que ir, pero claro, eso ya me descuadró todo el timing y ahora voy con el agua al cuello. Bueno, a ver si mi hermano y mi madre me ayudan con lo que falta.
Por otra parte, quería dejar el árbol de Navidad puesto, aunque dada la hora que es y que se supone que vamos a salir a las 6, me temo que va a quedar a medias. Estoy aquí dando clase y cuando pongo a alguno a hacer ejercicios, me doy un par de viajes a meter alguna cosa en la maleta o en la bolsa de la comida o a poner un par de bolas al árbol... (ahora no me puedo ir porque éste está haciendo un exámen de verbos irregulares y hay que estar pendiente...) Soy multi-tarea...
Bueno, a ver si termino las cuatro cositas que me quedan pendientes y emprendemos por fin el viaje.

10.12.05

Las ruedas

Ayer me sentí tremendamente ridícula llevando el coche al taller y eso que casi siempre lo llevo yo. Pero desde luego que batí records... pero ¿quien sabe que cuando nos cambian las ruedas sólo nos cambian la goma del neumático? pues yo no... Tiene toda la lógica del mundo, pero yo siempre había dado por hecho que la rueda es un pack completo.
Consecuentemente le monté un pollo al mecánico... Todo empezó con un... "a ver... cambiamé la rueda de repuesto y la de delante, la que está en el maletero no me sirve, así que la tirais a un sitio que no contamine y tal... la que está en el repuesto está hecha un gurruño, así que nada, también para tirar, pero la de delante me la dejas en el maletero, que aunque es 10 cms. más estrecha, la voy a dejar en el garaje y en un momento de apuro, me puede valer, como ahora..."
Ocho veces se lo tuve que explicar. Yo ya estaba pensando que el tío era bobo perdido... pero al final va a resultar que la tonta era yo, claro...
Bueno, pues voy a recoger el coche, abro el maletero y descubro que "!!sólo me han dejado la goma de la rueda!! ¿Donde está el hierro del medio, donde se engancha la rueda al eje? ¡Aaahh!! ¿que se llama llanta? ¿Y para que quiero yo esto así? "
Pues nada, allá que va una a decirle a señor en cuestión, que si el hecho de que se lo explicara ocho veces no ha sido suficiente para que lo entendiera... pero resulta que se ha ido a comer y me atiende otro que no entiende nada. Me dice que si quiero, espere una hora a que vuelva para ver que ha pasado... "Imposible!! Tengo que ir a buscar a Emilio al trabajo". Bueno, pues explicándole al señor el tema en cuestión otras 4 ó 5 veces, llegamos a la conclusión de que yo pienso que las ruedas vienen con su hierro (llanta en lenguaje tésnico) y resulta que no es así...
"Pues la llanta de mi rueda de repuesto estaba destrozada, me han puesto la goma nueva y el hierro está hecho un asco? Pues a lo mejor necesitaba que me hubieran cambiado el hierro también...." El pobre hombre saca la rueda de repuesto para comprobar que todo esté bien.
"¡¡Qué maravilla!! si la han dejado estupenda!! si son unos artistas!!" Yo ya no sabía qué decir para hacerle la pelota y que me perdonara la tontería de pollo que le acababa de montar... Pedí 200.000 disculpas aproximadamente por mi ignorancia y mi estupidez.
¡¡Dios!! ¡¡Qué vergüenza!!

8.12.05

Todo eran señales... Misión Imposible!!

Las señales comenzaron él día anterior... Emilio había pasado la noche del miércoles devolviendo y con mal cuerpo, pero al terminar el día parecía estar mejor, así que a última hora decidimos que íbamos a subir a esquiar, por lo cual no habíamos preparado nada. Bueno, nos levantamos temprano y ya está. A las 6.30 tocó diana el despertador, desayuno y me pongo a sacar todos los bártulos ¿dónde están los guantes de Emilio? pues nada, que no aparecen ni vivos ni muertos... tampoco el gorro (eso debe ser que están formando un "menarsatrua").
Mientras, Emilio busca el justificante de pago del seguro del coche, no vaya a ser que pase algo... Los guantes, gorro y braga polar aparecen, pero el recibo no. Bueno, seguro que no pasa nada. ¡Vámonos que es tardísimo y ya se sabe que cuando se llena el parking, cierran y no pasa nadie más!
Pues allá vamos con todos los trastos... Sobre las 9 vamos llegando (se supone que abren sobre y media o así) ¡Uufff!! empezamos a ver bajar coches... mal rollo! Cuando llegamos a Navacerrada hy mogollón de gente dispuesta a esquiar allí y eso que la estación es enana. Evidentemente, un poco más allá la guardia civil cerrando el paso. Cerraron sobre las ocho!!
¿Qué hacemos? ¿Nos quedamos aqui e intentamos esquiar en las dos pistas que hay o intentamos llegar a la Pinilla? Bueno, pues vamos a la Pinilla. El guardia "chiví" nos dice que cojamos la carretera hacia "nosedonde" y que de ahí salimos al lado. Cojo el mapa y se supone que siguiendo la carretera "pa'lante" llegamos, suponiendo que la estación de la Pinilla esté donde pone Pinilla del Valle, claro (que creo que sí).
Pues bien, allá vamos cuando pasamos por un pueblo que no viene en la carretera que tengo en el mapa... anda! si estamos en la Granja de San Ildefonso... pues va a ser que la carretera que llegaba recto es la que estaba cortada. Bueno, pues nada, Plan B. Cogemos el desvío que hay aquí y vamos por otro lado, no pasa nada... eso suponiendo que encontremos por donde cogerlo. Después de dos vueltas al pueblo, donde cogemos un par de baches estupendos... conseguimos encontrar el desvío. Pero cuando llevamos dos kilómetros o así... uyssss!! parece que la rueda suena un poco raro... y si suelto el volante se va para un lado, pues va a ser que hemos pinchado. Buscamos donde parar y efectivamente, diagnóstico sin lugar a dudas: pinchazo.
- ¡Ale cariño! cambia la rueda.
- ¡Anda! si la rueda no encaja...
- Pero esta rueda no era de un 205 y las medidas no son las mismas que las otras?
- Sí, pero no encaja.
- Y nosotros sin el resguardo del recibo del seguro...
- Intentemos llegar a una gasolinera en el pueblo, yo creo que está ahí al lado...
Poco después la rueda está hecha un "gurruño" y se hace imposible seguir, vamos casi rodando sobre la llanta.
- Bueno, pues me temo que habrá que llamar al seguro, yo creo que no me lo han pedido nunca cuando he llamado a asistencia.
Así que llamamos y nos dicen que en media hora o así está allí el gruero. "No problem" con el resguardo. Prueba superada!
Llega el susodicho echando espumarajos por la boca porque no le hemos dejado disfrutar de su estupendo día de fiesta. "Si es que no sé qué tiene Segovia que a los de Madrid os encanta" (con tonito, claro, y del tipo de... "y no se os ocurre otra cosa que venir a tocar los cojones aquí..."). A todo esto vamos descifrando lo que dice por las dos o tres palabras que entendemos de cada frase y haciendo puesta en común. Es que el jodío tiene un acentillo de pueblo castellano "cerrao-cerrao".
Si en la rueda de repuesto pone lo mismo que en las otras... tiene que valer. Así que el gruero dirije estupendamente a mi pobre marido para que vuelva a intentar ponerla.
- ¡Anda! si no encaja en el eje, que es más pequeño el agujero de la rueda que dónde hay que encajarla.
- Pues nada,- dice el gruero- como es fiesta o llevamos el coche a base y mañana podéis venir a por él o llamamos a una asistencia 24 horas que os la ponga, aunque os puede cobrar... "nisesabe".
- Bueno, pues vamos al taller 24 horas.
Una vez allí, en la puerta hay un cartel con un móvil al que hay que llamar.
- ¡Estupendo! "Deje su mensaje en el contestador...!"
- Bueno, pues entonces a la base.
La base que suena a nave nodriza o algo así... pero que no es más que una nave cutre en un polígono industrial a las afueras de Segovia.
Allí el gruero con toda la buena intención del mundo empieza a buscarnos a ver si encaja alguna rueda de las que tienen para el desguace... Nada, no encaja ninguna.
Al final Emilio descubre una rueda que encaja, pero que es 10 cms. más estrecha.
- ¿Servirá? Voy a preguntar al "profesioná", vamos al jefe del gruero.
Que por su puesto contesta que para llegar a Madrid sirve perfectamente.
- Eso sí, os va a costar 60 €....
¿60 € una rueda vieja que al día siguiente tenemos que cambiar? Pues sí, pues sí... pero cualquier otra opción al final nos va a salir más cara. Así que resignados, no nos queda otro remedio que pagarla y dar las gracias.
Bueno, creo que ya no vamos a esquiar ¿no? Mi propósito de estrenar esquís y botas queda descartado. Por los motivos que fueran, hoy había alguien mandándonos señales para que no fueramos a esquiar y nosotros desafiando nuestro destino, nos empeñabamos en cambiarlo... pero creo que hemos fracasado. Así que cabizbajos y abatidos emprendemos el camino de vuelta a casa. Otra vez será...

7.12.05

Atravensando el acueducto suavente

Bueno, una vez pasada la euforia de los Reyes... como todo niño normal, lo que quiero es jugar con mis "juguetes", pero al final lo de subir a esquiar el domingo no fue posible, pues las estaciones estaban cerradas por temporal de viento y nieve. Así que a ver si mañana jueves es posible estrenar mis botas y mis esquís y además comprobar qué tal responden mis rodillas ante el esquí, lo cual no deja de tenerme algo preocupada.
La verdad es que el largo acueducto este (para quien no trabaje, claro) está pasando sin pena ni gloria. Ayer estuve dando clase por la mañana (de 9 a 2) y por la tarde me dediqué a seguir con los apaños en casa. Empecé por pintar en el cuarto del fondo, una segunda capa al armario, puerta y cubrepersiana. Después intentamos poner el picaporte a la puerta, pero no pudo ser porque esta vez se me ha olvidado comprar la pestañita que cierra la puerta, que también hay que cambiarla porque tiene diferente medida y si no, no encajan ambas cosas (después de haber cambiado ya los de tres puertas ¿cómo es posible que se me haya olvidado?) Entonces decidimos poner los estores que por fin había comprado, pero... tampoco pudo ser! son algo estrechos y habrá que cambiarlos. Creo que la tarde del viernes la paso en Leroy Merlín.
Luego llevamos la cama de ese cuarto a casa de mi madre, pues hoy han traído el "super-sofá-camas", que está superchulo. Aunque eso implica que tengo que "deshacer" dos cajas de plástico gigantes que tenía debajo de la cama con un montón de papelotes: dominicales y periódicos pendientes de revisar, folletos, programas de teatro, revistas varias... en fin!
Pero lo más importante es que me encanta mi nuevo sofá... de panilla beis (creo que se llama chenilla), cómodo, super-útil (pueden dormir tres personas y sentadas caben cuatro fácilmente) y frente al ordenador, que es estupendo para ver las pelis que nos bajamos de internese (como el monitor es enorme, se ven genial)

3.12.05

Han venido los Reyes!!

Hoy estoy como niño con zapatos nuevos, aunque mejor debería decir con botas nuevas. Llevo toda una semana de peregrinación buscando botas y tablas de esquí: Deportes Moya, Calderón Sport, Decathlon, a-álvarez, Décimas,... y finalmente, Fuera de Pista.
Con las botas el problema es el mismo que con los zapatos normales: tengo los pies muy anchos y mucho gemelo, con lo cual, cuando no me están estrechas de planta, no me abrochan arriba. Por fin me probé una Nórdicas que me venían a la perfección (mis botas anteriores también eran de esa marca), pero que eran de la gama para principiantes... al menos la chica que me atendió me dijo que en una tienda por Moncloa tenían muchas botas de esa marca.
Con los esquís no terminaba de aclararme porque cada uno me contaba una historia y me recomendaba unos esquís diferentes.
Así que esta mañana conseguí localizar Fuera de Pista cerca de Moncloa y allí fui. Efectivamente he encontrado mis Nórdicas, que me quedan perfectas y además tienen "Custom-Fit", es decir, que aplicándoles calor te las adaptan a la forma de tus pies y tus tobillos.
Pero eso no ha sido lo mejor, los dueños de la tienda son dos señores mayores que llevan esquiando toda la vida y hemos estado comentando cómo ha ido cambiando el material de esquí con el tiempo, lo diferente que es esquiar ahora con el Carving, que hace todo mucho más fácil con tablas mucho más cortas y anatómicas, o como las botas han mejorado "un mundo", aunque como decía uno de ellos "quitarse las botas sigue siendo lo mejor del día". La botas de antes te destrozaban las espinillas y cuando me ha enseñado cómo tenía las suyas, he visto confirmada mi teoría de que las aboyaduras que yo tengo en mis tibias son provocadas por el esquí.
Después de una larga y agradable conversación, me ha terminado recomendando unas tablas Atomic, considerando el nivel que tengo y que vengo de la "vieja escuela"... La verdad es que se me pasaban algo de presupuesto, pero me ha argumentado o rebatido todo lo que yo había ido oyendo en otros sitios y realmente eran los que más me convencían. Así que me llevé las botas, pero preferí meditar la decisión de los esquís, porque tanto dinero...
Cuando he llegado a casa, he llamado a mi madre para contarle mi mañana y de paso, consultar presupuesto de Navidad de este año, pues esta macrocompra no prodría permitírmela de no ser por Reyes, juntando todos los presupuestos... Pero oh, sorpresa! que cuando he hablado con ella me ha recordado que aún tenía guardado el dinero de mi cumpleaños del año pasado, con lo cual mi presupuesto cuadra bastante mejor.
Acto seguido ha llegado Emilio cuando yo estaba de lo más eufórica, así que le ha tocado presenciar un estupendo pase de modelos (yo con mis botas nuevas) y aguantar todo tipo de comentarios del tipo... ¿a qué me hacen más piernas de esquiadora? ¿verdad que van a quedar estupendamente con mis pantalones y mi chaqueta de esqui? ¿a qué pegan incluso con el color de mis ojos? ¿has visto la cantidad de cositas que tienen... modo esqui-modo andar, enganches micrométricos, custom-fit...? Y el pobre llevándose las manos a la cabeza... Dios mio!! vas a estar así las dos semanas que nos quedan para ir a esquiar?
Tras una estupenda siesta reparadora, le he dicho a mi señor marido que si nos acercabamos a por los esquís, porque el resto de los días no coincidimos en horarios y me apetecía que él viniera conmigo. Así que ¡¡ya tengo esquis nuevos y un gorro chulííííísimo!!
La verdad es que estoy muy ilusionada. Después de haber tenido equipo siempre, el año pasado cuando retomé el esquí después de tanto tiempo (ocho años) se me hacía raro alquilar las tablas, ya que las mias eran totalmente rectas y 10 cms más altas que yo (ahora son entre 10 y 15 cms. más bajas que uno), con lo cual se habían quedado totalmente desfasadas. Por otra parte, alquilar fue una experiencia por la que no había pasado nunca, pero que no me han quedado ganas de repetir, ya que se pierde mucho tiempo y luego pasa como nos pasó a nosotros el año pasado, que Emilio tuvo que cambiar las botas porque le hacían mucho daño y yo los esquís porque tenían los cantos destrozados y no agarraban nada.
Este año pensaba hacerme con unas tablas, pero la buena suerte hizo que el año pasado me terminara de cargar las botas al final de temporada, así que este año ración doble. Al año que viene a ver si compramos algo para Emilio, que ya esquiará mejor y se puede comprar material que le dure más tiempo... pero habrá que ir por partes.